El realismo en el arte, claro, es de vieja data. Gaviria, que no padece la angustia de las influencias, rinde en Rodrigo D. un homenaje a Umberto D., un clásico del neorrealismo italiano. El credo neorrealista de filmar la vida en sus propias condiciones (la vida desnuda) es apropiado por el director antioqueño y llevado a un extremo. A las locaciones naturales se suma el actor natural, y ese actor tiene escrita en su cuerpo una historia: a través de sí habla la tradición. Para Gaviria, poeta, el lenguaje es la casa del ser, el lugar desde el cual habitamos una cultura. Por eso su convicción de que el modo de hablar de sus personajes, siempre colectivo, no puede ser traicionado. Así como Gaviria usa las claves del neorrealismo italiano, sus protagonistas canibalizan la cultura del punk. Pero la apropiación nunca es simple imitación.
Tras ser una de las películas que marcó la historia de videoclips en Antioquia, resulta inquietante saber que en esa época el punk era un género que estaba tan adaptado que inclusó llegó a ser la parte de la banda musical de una película tan reconocida
http://www.revistaarcadia.com/impresa/especial-arcadia-100/articulo/arcadia-100-rodrigo-d-no-futuro-victor-gaviria/35094
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